Concierto para piano nº 1, Op. 11
El primer concierto para piano de Chopin en Mi menor, Op. 11 fue compuesto entre abril y agosto de 1830 cuando Chopin apenas tenía 20 años. Pero, curiosamente, es posterior en el tiempo a su concierto nº 2. Esto se debe a que fue publicado después por un retraso en la transcripción de la parte orquestal.
Su primera audición fue privada en la casa del compositor y tuvo lugar el 23 de septiembre de 1830. Asistieron amigos músicos y críticos musicales. Uno de ellos dejó publicado en un diario de Varsovia:
"Es la obra de un genio. El Sr Chopin privará al público de Varsovia de un gran placer si se marcha sin antes interpretar su nuevo concierto".
Posteriormente, el 11 de octubre de 1830 se presentó al público en el Ayuntamiento de Varsovia, pocos días antes de que el músico abandonara Varsovia en busca de paz y sosiego en Francia (marchó el 2 de noviembre a 1830).
El compositor se puso al teclado en ambas interpretaciones. Sobre la segunda interpretación, abierta al público dejó escrito el autor: "No estaba lo más mínimo nervioso y toqué como tocaría cuando estoy solo. Todo salió bien y los bravos al final fueron ensordecedores".
Este concierto se publicó en 1834 y fue dedicado, tardíamente al pianista alemán Friedrich Kalkbrenner (1784-1849) una de sus primeras amistades a su llegada a París.
Orquesta
La disposición de la orquesta en este concierto es ligera con los siguientes instrumentos: Piano, 2 trompas, 2 trompetas, 1 trombón, conjunto de cuerdas y timbal. Pero es habitual escucharlo en una configuración de cuerdas y piano solamente.
Movimientos
Los movimientos de este concierto para piano de Chopin, Op. 11 son 3, como mandaban los cánones (entre paréntesis la duración de la interpretación de Claudio Arrau con la London Philarmonic Orchestra, dirigida por Eliaahu Inbal para Philips).
- Allegro maestoso (20,43 min)
- Romance. Larghetto (11,18 min)
- Rondo. Vivace (10,14 min).
El primer movimiento (Allegro maestoso) es musculado y de gran duración. Comienza con una introducción de una bella melodía las cuerdas con cierto dramatismo, a la que emula posteriormente el piano. La entrada del piano es brillante, allá por el minuto cuatro y medio. Se hace el silencio, el piano toma el liderazgo durante unos segundos para tomar el protagonismo en bellísimas notas, típicamente chopinianas. Es una pieza heroica que refleja frustración, lucha, impaciencia y añoranza por el tiempo pasado.
El Larghetto del segundo movimiento (Chopin lo llamó "Romance") es de gran belleza. El propio compositor dejó escrito al respecto de esta melodía en una carta fechada el 15 de mayo de 1830 así:
"calma y melancolía, dando la impresión de alguien que mira calmadamente a un lugar lejano y fijo que evoca mil recuerdos felices. Una especie de ensoñación bajo la luz de la luna en una preciosa tarde de primavera".
Se cree, según los biógrafos, que este movimiento se inspiró de los profundos sentimientos del joven Frédéric por Konstancja Gładkowska (1810–1889), soprano que el polaco conoció en el conservatorio de Varsovia cuando tenía 19 años.
Piezas que evocan un sentir parecido son los Nocturnos Op. 15, nº 1 y 2 de Chopin.
El tercer movimiento (Vivace) está escrito en forma de rondó con una estructura de una danza popular de Cracovia. Es un movimiento rápido que comienza con las cuerdas dando paso inmediato a un veloz piano también clásico de Chopin.
Concierto para piano nº 2, Op. 21
El concierto para piano y orquesta en Fa menor, Op. 21, como hemos visto, es anterior en el tiempo que el Op. 11. Fue escrito entre el otoño de 1829 y febrero de 1830.
Al igual que el Op. 11, se celebró una primera audición en privado, en la casa de Chopin, el 31 de febrero de 1830, acompañado por una pequeña orquesta dirigida por Karol Kurpiński (1785-1857).
El concierto fue dedicado a Delfina Potocka (1807-1877), influyente condesa y protectora del músico polaco.
Movimientos
Los movimientos de este concierto para piano de Chopin, Op. 21 son 3 (entre paréntesis la duración de la interpretación de Claudio Arrau con la London Philarmonic Orchestra, dirigida por Eliaahu Inbal para Philips). La estructura es similar a la del Op. 11.
- Maestoso (14,37 min)
- Larghetto (10,05 min)
- Allegro vivace (9,12 min).
El primer movimiento (Maestoso) es de gran nobleza, melancólico y no exento de cierto dramatismo. De nuevo, la orquesta abre los primeros compases hasta aproximadamente el minuto 2,40 cuando el piano toma el liderazgo y reproduce la misma melodía de entrada con suavidad y mucha sensibilidad.
Sobre el minuto 6,29 hay unas bellísimas notas del piano, típicas de Chopin, de esas que te cautivan y te hacen evocar momentos y lugares lejanos que dejaron, alguna vez, una huella en nosotros.
El Larghetto es precioso desde sus primeros compases en los que la orquesta acompaña muy solapadamente al piano, que toma todo el protagonismo como numerosos trinos y florituras. En su parte central el piano deambula con gran creatividad sin apenas apoyo orquestal en decenas de notas.
El Allegro vivace final que cierra este concierto se basa en una mazurca plena de virtuosismo pianístico. Es una pieza que evoca viajes a tierras lejanas y desconocidas.