Brahms es uno de los exponentes clave del Romanticismo musical. Estuvo muy influenciado por la música de Beethoven, Schubert, Haydn y Bach por lo que a veces se le tacha de "clásico" por los rompedores wagnerianos de su época. Pero el crítico musical y prestigioso compositor Robert Schumann dijo sobre él que era el "que había de venir" (tras Beethoven).
Esta crítica, aparte de ensalzarlo de por vida, elevó mucho más la introversión y autoexigencia del autor respecto de su propia producción musical. Algo que le llevó a no publicar gran parte de esta, o no darle un número de Opus.
Clásico o rompedor, lo cierto es que Brahms, que llevó una vida solitaria y en soltería, fue un gran exponente del Romanticismo del XIX, con un estilo propio fácilmente reconocible para el oído experto.
En la actualidad, sus obras se han ganado un puesto permanente entre los básicos del repertorio de las salas de concierto de todo el mundo.
Biografía de Brahms
La biografía del compositor alemán se compone de un período de infancia e iniciación musical de la mano de su padre y dos profesores, de su rompedor encuentro con Schumann a los 20 años y de la llegada a Viena (Austria) donde se desarolla su madurez musical.
Infancia
Johannes Brahms nació en Hamburgo el 7 de mayo de 1833.
Fue el segundo hijo del matrimonio de Johann Jakob (modesto músico y trompetista en varias orquestas de la ciudad portuaria) y Johanna Henrica Christiane Nissen, una humilde costurera.
Ambos avistaron pronto las habilidades musicales del pequeño y le procuraron la mejor formación musical. Pero siempre tuvieron más interés en la interpretación que en la tendencia hacia la composición de su hijo, lo cual iba contra los instintos naturales del niño Johannes.
En el lado triste de su infancia, Johann Jakob también quiso aprovechar, sin éxito los talentos musicales del pequeño, para convertirlo en el nuevo Mozart. Y eso significó llevarlo de acompañante musical por las tabernas y tugurios de Hamburgo muy de niño.
A los 7 años, aprendió a tocar el piano con Otto Friedrich Willibald Cossel. Su profesor entre los años 1845 y 1848 se quejaba de que «podría ser muy buen intérprete, solo que no deja nunca de dedicarse a su interminable composición».
Más tarde estudió con el maestro del propio Cossel, Eduard Marxsen (1806-1887), pianista y compositor, quien había conocido personalmente a Beethoven y Schubert.
Gracias a Marxsen, el niño Johannes fue introducido en el clasicismo de Beethoven y el contrapunto de Bach (1685-1750).
En 1850, Johannes conoce al violinista húngaro Eduard (Ede) Remenyi (1828-1898) y dan varios recitales juntos, trabando una amistad. También en esta época conoce a Franz Liszt (1811-1886) en Weimar.
En mayo de 1853, Brahms y Remenyi, de concierto por Hannover, conocen al violinista y compositor del momento, Joseph Joachim (1831-1907). En la velada musical, el de Hamburgo tocó varias de sus obras para agrado de Joachim. Una larga y duradera también se inició gracias a la música.
Animado por el descubrimiento, Joachim escribió una carta de recomendación destinada al matrimonio Schumann (Clara y Robert) que vivía en Düsseldorf.
Amistad con los Schumann
Con tan solo 20 años, el joven Johannes se presentó en Düsseldorf con la carta, para presentar sus respetos y dar a conocer algunas de sus composiciones a los Schumann.
El entusiasmo del crítico musical y también compositor Robert Schumann (1810-1856) por Johannes fue tal que, como afamado crítico musical lo catapultó a la popularidad como antes haría con Chopin o Berlioz.
El texto dedicado por Schumann a Brahms, titulado "Nuevos Derroteros”, fue publicado el 28 de octubre de 1853 en la revista “Neue Zeitschrift für Musik”. En el elogio se advertía al lector del nuevo genio musical al que todo el mundo estaba esperando (tras Beethoven).
Tuvo tal impacto en la figura de Johannes, que el compositor pudo entablar una relación profesional con el editor Breitkopf und Härtel (desde 1717 editor de las más grandes compositores de todos los tiempos).
Y desde ese momento, vieron la luz las primeras obras musicales de Brahms.
Pero, en el lado negativo, sintió a partir de ese momento, a pesar de sus 20 años, una gran presión por producir obras de gran calidad. Y esto le generó no pocas dudas.
En cuanto a la relación personal entre Brahms y Clara Schumann (de soltera Clara Wieck), mucho se ha especulado. Entre otras cosas porque cuando se conocieron, el matrimonio Schumann ya tenía seis hijos y ella llevaba al hamburgués 12 años de edad.
Pero lo cierto es que el alemán se convirtió en un amigo personal de la familia durante varias décadas. Y ayudó a Clara a sobrevenir la pérdida de su marido Robert en 1856, internado en un centro psiquiátrico. Desde ese momento, Johannes entabló una duradera amistad con Clara, ayudó en lo que pudo a sus siete hijos e incluso colaboró al sostenimiento de las finanzas familiares.