Franz Schubert (1797-1828) fue un compositor austríaco principalmente conocido por ser el responsable del tránsito entre la música clásica (clasicismo del XVIII) y la romántica (romanticismo del XIX), con permiso del pre-romántico Ludwig Van Beethoven (1791-1827) tan solo fallecido un año antes que el austríaco.
Biografía de Schubert
Infancia
Franz Peter Schubert, nació el 31 de enero de 1797 en Himmelpfortgrund, cerca de Viena, en el seno de una familia con pocos recursos. Su padre, Franz Theodor (1763-1830) maestro de escuela y propietario de una escuela de música en el barrio vienés de Lichtental le inculcó el amor por la música.
Era una época en la que la capital imperial estaba sedienta de música y de representaciones musicales con que amenizar su tiempo libre. Y de músicos para sus cortes, teatros, iglesias y salones aristocráticos.
Tras la muerte de Mozart en 1791, el vacío fue colmado con la llegada a Viena de dos figuras mundiales del momento como Beethoven (1792) y Haydn (1792-1794, precisamente como tutor del impetuoso Ludwig)
Desde muy niño, Franz destacó en sus habilidades musicales: a los nueve años ya había estudiado órgano, piano, violín, canto y composición. A los 11 consiguió una beca para convertirse en soprano infantil de la Capilla Imperial de Viena (Stadtkonvikt) entre 1808 y 1813. Estos estudios le sirvieron para estudiar y experimentar todos los registros de la voz humana y aprender composición, piano y violín.
Está documentado este comentario revelador del virtuosismo de su excecional alumno:
"Cuando intentaba instruirle en algo fresco y novedoso, ya lo conocía. Así que no me quedó más remedio que conversar con él, en lugar de tratar de darle formación musical".
Este vasto conocimiento junto con su amor por la poesía alemana de la época dieron como fruto cientos de composiciones musicales poéticas (canciones llamadas lieder en plural/ lied en singular), a las que en su madurez era dado por medio de frecuentes "quedadas" o veladas nocturnas en casa de algún amigo, que tomaron el nombre de Schubertiadas (Schubertiade en alemán).
Adolescencia
Desde pequeño, como hemos visto, a Schubert le hubiera gustado vivir sólo de su música, pero como la familia no andaba sobrada, entre los 16 y los 21 años se incorporó a la escuela de su padre, Franz Theodor Schubert, como profesor auxiliar. Contra su voluntad, ya que lo que él perseguía era componer, tuvo que ceder a la demanda de su padre para dedicarse a la formación de alumnos.
Viendo que era incorregible, su padre le relevó de la responsabilidad de formar a sus alumnos ante sus formas a veces severas y otras ensimismadas de entender la educación.
Sin embargo, Franz nunca dejó su pasión por la composición de música de lado. En 1815, con 18 años, tiene ya documentados 144 lieder (canciones acompañadas al piano).
Tras el abandono de la docencia, a los 20 años empezó a estudiar con el compositor y pedagogo italiano Antonio Salieri (1750-1825) con quien perfeccionó su técnica de composición.
En 1821, ingresó por fin como miembro intérprete en la Sociedad de Amigos de la Música (Gesellschaft der Musikfreunde) de Viena, tras su rechazo anterior de 1818, lo que le permitió presentarse con buenas credenciales ante la sociedad vienesa.
Desde entonces su producción artística aumentó cada vez más. A pesar de su muerte prematura, dejó un gran legado, que incluye más de 600 obras vocales seculares (lieder), sinfonías completas, música sacra, óperas, música incidental, obras para piano y música de cámara.
Sin embargo, pocos contemporáneos supieron apreciar la grandeza de su genio. No fue hasta finales del siglo XIX, unos años después de su muerte, que el interés por su música aumentó hasta llegar a ser considerado como uno de los mejores compositores del Romanticismo y de todos los tiempos.
Juventud dura
La juventud del emancipado Franz debió ser dura ya que su padre y cuatro hermanos no tenían suficientes ingresos para bastarse por sí mismos, como para ayudarle a él.
A esto se le unió la creciente desvinculación y agotamiento de la música de mecenazgo que tantos músicos acogió en su seno en el siglo XVIII.
Los Esterhazy, saga de mecenas húngaros (entre otros de Haydn), tan solo le podían ofrecer algunas clases para sus hijas durante el verano por lo que Franz comenzó a hacer lo que Beethoven y posteriores compositores románticos tuvieron que hacer: componer música, comercializar sus partituras a través de editores musicales y dar clases particulares de música.
Esta necesidad y la creciente demanda de partituras para las familias burguesas de la gran ciudad fueron los detonantes de la inmensa producción musical de Schubert en su cortísima vida (murió en 1828 con tan solo 31 años).
Tras una incursión fallida en el campo de la ópera, influenciado por el aclamado Gioachino Rossini (1792–1868), que hacía furor en Viena por aquellos años, Franz se dedicó a componer tozuda e incansablemente amables piezas para piano, lieder y mucha música de cámara.
Los musicólogos tienen documentadas tantas obras musicales en el haber de Schubert (murió a los 31) como Brahms en sus 63 años de vida.