El contrabajo es el instrumento de cuerda de arco más grande y grave que se usa en la orquesta sinfónica moderna (con permiso del octabajo, que da sonidos una octava más graves aún, pero poco común). Desempeña un papel importante tanto en la música clásica como en el jazz por los graves que proporciona su tesitura.
Veamos a continuación cuáles son las mejores cualidades musicales del contrabajo, sus partes, sus tipos y sus recios.!
¿Qué es un contrabajo?
El contrabajo es un miembro de la familia del violín (que, a su vez, procede del violón y la viola de gamba). Esta familia de las cuerdas incluye la viola, el violonchelo y juntos suelen conformar el cuarteto de cuerda.
Aunque es cierto que, strictu sensu, la familia de las cuerdas la forman los cuatro anteriores junto con el octabajo.
Este instrumento de cuerda frotada o con arco está estrechamente relacionado con el violín, pero su mayor tamaño (y caja de resonancia que ayuda a mover el aire de manera eficiente.) junto con los tonos profundos y bajos que produce, lo hacen único dentro de los instrumentos de cuerda.
Cuerdas de un contrabajo
Un contrabajo tiene cuatro cuerdas afinadas en las notas Sol, Re, La, Mi. Estas cuerdas suenan una octava por debajo de su notación.
De hecho, algunos contrabajos pueden tener el acorde de quinta afinado en Sí. También hay cuerdas individuales que son más altas que las normales y, por lo tanto, suenan más altas cuando se tocan solos o se toca el piano.
Cómo genera sonido el contrabajo
En general, el sonido del contrabajo se produce cuando las cuerdas vibran al ser frotadas sus cuerdas por un arco. Aunque también se puede producir haciendo vibrar las cuerdas con los dedos como se suele hacer en el estilo musical del jazz.
Por su gran envergadura, este instrumento musical de cuerda frotada se toca apoyado en el suelo como el violonchelo, pero con la diferencia de que el contrabajista debe estar de pie, debido a su mayor altura, mientras que el chelista suele estar sentado.
Historia del contrabajo
Antiguamente el contrabajo es un instrumento que ha sufrido muchos cambios a lo largo de su historia. De hecho vio la vida con una versión de cinco cuerdas llamada violone, que más tarde se modificó para adoptar sus actuales cuatro cuerdas.
La historia reciente del contrabajo se remonta a mediados del siglo XVI en Italia. Durante este siglo, ciertamente se incorpora a la orquesta en la que desempeña un papel secundario: el contrabajo es usado únicamente para apoyar y acentuar el protagonismo del violonchelo.
Las dificultades relacionadas con su gran tamaño limitaron su capacidad para brillar en el escenario. Aún así, su oferta musical de graves no fue desaprovechada por compositores como Mozart o Beethoven, que contribuyeron a su popularización paulatinamente.
Sin embargo, no es hasta finales del siglo XVIII que se hace indispesable y adopta, de pleno derecho, en la orquesta sinfónica. A lo largo del siglo siguiente, sXIX, varios compositores empezaron a creer en este instrumento, que se ganó el respeto de los músicos y del público en general.
De hecho, en la segunda mitad del siglo XX se vivió el verdadero florecimiento del contrabajo de la mano de instrumentistas, maestros, y de la música jazz en particular, brindándole la oportunidad de brillar por sí mismo y no como quedo acompañante de los más agudos violines y violas. Es gracias al jazz que el contrabajo es capaz de aplicar nuevas interpretaciones técnicas.
Desde entonces, el contrabajo es uno de los instrumentos más importantes de la música clásica, ya que sus tonos graves aportan la base para los demás instrumentos de la orquesta o banda.