Obras maestras
Chopin se lució allá donde hubiera un piano. Escribió todo tipo de obras para este instrumento en diversos géneros musicales de la época. Pero también cuenta con obras orquestales de mayor envergadura como sus dos conciertos para piano.
Estudios para piano (Études)
Los estudios de Chopin son obras para piano destinadas al aprendizaje de sus alumnos. Pero no hay que llevarse a engaño porque entre ellos hay verdaderas bellezas musicales.
Se trata de tres libros que suman 27 piezas compuestas en la década de los 1830, cuando Frédéric tenia apenas 20 años.
Hay 12 études Opus 10, otros 12 estudiso Opus 25 y tres estudios sin numerar, compuestos para un libro de método.
No dejes de escuchar (por su melodía, pero también por su complejidad interpretativa) estos:
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Étude Op. 10, nº 1 en Do mayor (una auténtica cascada de notas musicales).
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Étude Op.10 nº 3 en Mi mayor (preciosa y tranquila melodía que escucharás al menos dos veces seguidas).
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Étude Op.10 nº 12 en Do menor "Revolutionary".
- Étude Op. 25, nº 11 en in La menor (trepidante sucesión de teclas).
Polonesas
La polonesa (en francés polonaise) es una pieza originaria de Polonia, de la que toma su nombre. Se trata de una composición animosa y rítmica, que recuerda a la marcha militar.
El músico compuso más de 20 polonesas a lo largo de su carrera como atestiguan sus números de obra: Opus 26, Opus 40, Opus 44, Opus 53 y Opus 61.
La polonesa, es una pieza vibrante y melodiosa, militar, que pronto tararearás (aunque no conviene abusar del género bajo riesgo de hartazgo). No dejes de escuchar estas primero:
- Polonesa Opus 26, nº 1 (vibrante inicio y bonita parte intermedia) recuerda a sus Scherzo
- Polonesa Opus 40, nº 1.
- Polonesa en la bemol mayor, op. 53 n.° 6 "Heroica".
Mazurcas polacas
Por su parte, la mazurca es una danza popular de la región norte de Polonia, Mazuria. Es una música tranquila y relajante.
Frédéric compuso muchas mazurcas a lo largo de su vida, especialmente en su juventud (Opus 6, 7, 17, 24, 30, 33, 41, 50, 56, 63, 67, 68 además de mazurcas sueltas).
Las mazurcas de Chopin más conocidas por las que empezar son:
- Mazurcas nº 41, Op.63 nº 3 en Do sostenido.
- Cuatro mazurkas, op. 67 n.° 4 en La menor.
Nocturnos de Chopin
Chopin compuso una veintena de piezas lentas, sentimentales que evocan la tranquilidad de la noche a lo largo de unos 15 años.
Sus nocturnos se agrupan en distintos números de obra (Opus 9, 15, 27, 32, 37, 48, 55 y 62) y algunos son póstumos (Opus 72).
Los nocturnos de Chopin que más me interesa recomendar son los:
- Nocturno Op. 27 número 2 en Re bemol mayor.
- Nocturno Op. 9 número 2 en Mi bemol mayor.
- Nocturno Op. 55 número 1 in Fa menor.
Sonatas para piano
Frédéric compuso tres sonatas para piano.
La primera Sonata (Opus 4 en Do mayor) es una obra de juventud rápida, con mucha técnica y un tercer movimiento (Larghetto pausado y melodioso), seguido de un acelerado Finale: presto.
La Sonata para piano nº 2, opus 35 en Si bemol menor es una obra de arte. El primer movimiento (Grave) es un precioso y ágil inicio seguido por pasajes tranquilos que vuelven a la agitación inicial.
El segundo movimiento (Scherzo) es también bastante acelerado pero tiene una parte intermedia lenta que invita a la reflexión y anticipa el tercer y más conocido movimiento de la obra. Recuerda a los propios Scherzi del compositor.
No te pierdas su tercer movimiento (Marche funèbre), con la marcha funebre de Chopin. Seguro que te suena.
El movimiento de cierre de esta segunda Sonata (Finale.Presto) es una confusa sucesión de escalas musicales que al oído del neófito serán ruidosas. Pero para mí es la mejor representación de la turbación que sentía el compositor. Y el perfecto broche en apenas un minuto y medio para una obra maestra y la marcha fúnebre.
La Sonata para piano nº 3, Opus 58 en Si bemol es otra obra de arte. El primer movimiento (Allegro maestos) es rápido y ágil y denota una mayor madurez del compositor. Su parte central es muy bonita al oído.
Le sigue un Scherzo Molto Vivace inicio seguido por pasajes tranquilos que vuelven a la agitación inicial.
El tercer movimiento (Largo), es muy, muy elaborado y melodioso, con un inicio y una parte intermedia preciosas. De esas que te transportan a otro lugar, como si de un viaje se tratara. Relajante entre tanta agitación.
El Finale lleva anotado un Presto, non tanto, que define su carácter, creciente en intensidad y con una melodía tan agitada como pegadiza.
Baladas y Scherzos
Las 4 Baladas de Chopin y sus 4 Scherzos (scherzi) son piezas para piano de larga duración y bellísima factura.
Las más conocidas de las Baladas son la número 1 en Sol menor, Op 23 y la número 4 en Fa menor Op 52, pero las cuatro son muy bonitas.
En cuanto a los Scherzos, aunque el nº 2 en Si bemol menor, Op 31 es considerado una obra maestra, a mí personalmente me atrae también el nº 1 en Si menor Op. 20.
Barcarola de Chopin
La Barcarola Op 60 de Chopin es una obra maestra.
Conciertos para piano y Krakowiac
El músico polaco compuso dos conciertos para piano típicamente románticos. Sin ser obras maestras, son de fácil escucha y tienen estructuras similares. Los dos comienzan con movimientos largos seguidos por movimientos lentos que recuerdan al nocturno y finales juguetones.
El Concierto para piano número 2, op. 21 de 1829 es bastante agradable.
Su Gran Rondó de Concierto Krakowiac en Fa mayor Op. 14 (1828) fue compuesto para su debut musical en Viena y fue tal su éxito que Chopin se animó con sus posteriores dos conciertos para piano.