La viola es un instrumento que desafía los esquemas. Su sonido es romántico, más grave que el de un violín aunque poco convencional, y es una parte indispensable de una orquesta.
La viola es también un buen complemento del violín y tiene una maravillosa calidad de tono. Veamos los principales rasgos de este instrumento de cuerda.
¿Qué es la viola?
La viola es un instrumento de cuerda frotada que pertenece a la misma familia del violín, violonchelo y contrabajo.
Normalmente está afinada en Do3 (el tercer Do por encima del Do medio), aunque puede afinarse en cualquier nota de la escala cromática.
Tiene cuatro cuerdas, que suelen ser de tripa o nylon y se ha utilizado en muchos tipos de música, como la clásica, el jazz, el folk y la música pop.
Al músico que interpreta este instrumento se le suele conocer como violista o viola a secas.
Orígenes e historia de la viola
Los orígenes de nuestro instrumento protagonista no están claros ni definidos en el espacio-tiempo. Pero, en general, se acepta que este instrumento de cuerda nació entre el siglo XVI y el XVII en Europa.
Desde aquel tiempo ya existían ciertas variedades de instrumentos de cuerda parecidos a ella.
De hecho, muchos de los otros instrumentos de cuerda del siglo XVIII desaparecieron, excepto la viola.
Sin embargo, entre finales del siglo XVII y los inicios del siglo XIX, fue evolucionando y se crearon varios tipos de violas como la viola a spalla (‘de hombro’), la viola da braccio (‘de brazo’, que es la más parecida a la actual) y la viola da gamba (‘de pierna’, de tesitura y modo de ejecución similar al violonchelo).
En lo que sí coincidían sus artesanos del siglo XIX es que el tamaño de este instrumento era muy importante.
Esto debido a que gracias a su mayores dimensiones, las violas eran capaces de emitir una sonoridad mucho más alta que la mayoría de instrumentos de la familia de las cuerdas. Y así dieron lugar a las actuales violas.
¿Cómo suena una viola?
Las violas no son tan comunes como los violines, pero tienen muchas características que las hacen atractivas tanto para los músicos como para los oyentes.
Al igual que el violín, las violas pueden tocarse con muchas técnicas diferentes. Hablamos del pizzicato (punteo), el arco (arco), el glissando (deslizamiento) y los armónicos (tocar determinadas notas tocando ciertas partes de la cuerda con un dedo).
Su sonido es pleno, cálido y un poco dulce, con un tono mucho más bajo y grave que la mayoría de los instrumentos de su tamaño.
Las cuerdas de este instrumento están afinadas en quinta, llegando a los más bajo del Doe. Este instrumento se sitúa por el Do central, y se extiende ampliamente desde los tres octavos.
La viola no puede faltar en orquestas y en el tipo de formaciones camerísticas, siendo las más conocidas las de compositores como Haydn, Mozart, Berlioz, Glinka o Richard Strauss.
Partes de la viola
La viola es un instrumento que está conformado por una serie de elementos:
- Clavijas
- Nuez
- Arco
- Cuerdas
- Afinador
- Mango
- Fondo
- Costillas
- Puente
- Cavijero
- Voluta
- Mentonera
- Diapasón