Franz Schubert (1797-1828) fue uno de los precursores del Romanticismo musical del XIX. A él y a su estilo de vida apurado en lo económico pero jovial y festivo en lo personal, se le deben más de seiscientas composiciones de pequeño formato llamadas lieder, que se podían escuchar en sus frecuentes veladas musicales vienesas entre amigos. Una de sus obras más melódicas, de mayor formato se ideó pensando en un piano y dos pianistas. Su Fantasia en Fa menor D. 940 de Schubert para piano a 4 manos es simplemente magistral.
Quizás tuvo que ver en ello la destinataria de su dedicatoria, la joven condesa Caroline Esterházy de Galantha que tuvo en jaque al compositor, en un amor doloroso y no correspondido.
En este post vamos a repasar esta obra maestra que es la Fantasia en Fa menor D. 940 de Schubert (Op. posth 103).
Fantasia en Fa menor D. 940 de Schubert
Schubert fue un compositor austriaco que tuvo la mala fortuna de vivir muy poco tiempo ya que murió el 19 de noviembre de 1828 de alguna enfermedad venérea complicada por una infección renal.
Aún así, en sus escasos veinte años de producción musical fue capaz de componer muchas más obras (es verdad que la mayoría de pequeño formato) que Brahms, que murió a los 63 años, componiendo durante 50 años.
Piano a cuatro manos
Schubert escribió bastantes obras populares para piano a cuatro manos como su Sonata en Do mayor "Grand Duo" D. 812 o sus marchas militares Opus 51. Y escribió obras más largas para piano a cuatro manos.
Pero la crítica coincide en que nunca escribió una obra mejor para piano a cuatro manos que la Fantasía en Fa menor, D. 940.
Compuesta en Viena, entre enero y marzo de 1828, la obra fue estrenada con Schubert y su gran amigo, el compositor Franz Lachner (1803-1890), al piano, el 9 de mayo de 1828 durante una reunión de amigos.
Esta sería una de las últimas Schubertiades del año. No hay que olvidar que pocos meses más tarde, en noviembre de 1828, Franz falleció por varias complicaciones de salud.
La Fantasía fue publicada por el compositor y editor Anton Diabelli (1781-1858) en marzo de 1829, a petición de sus familiares. Por tanto se trata de una obra póstuma, catalogada con el Opus póstumo 103.
El manuscrito original se conserva en la Biblioteca Nacional de Austria.
Una obra maestra
La Fantasía en Fa menor es una obra maestra por varias razones. La primera de ellas porque es una pieza de unos 20 minutos de duración y cuatro movimientos que, en contra de la costumbre, se tocan seguidamente.
La segunda por tratarse de una Fantasía. Es decir, de una composición libre que no se ajusta a ningún patrón formal. Por eso, el autor decidió componerla para ser tocada seguidamente. Y por eso los estudiosos dicen que esta Fantasía y Schubert están siendo el puente de unión entre la forma Sonata clásica y el poema sinfónico (tone poem) posterior, del siglo XIX.
La tercera por su melodiosidad. La obra se inicia con un "contagioso" tema inicial lánguido y melancólico que se repite varias veces a lo largo de la partitura en tonalidades menor y mayor, intercalado por cambios de estilo y humor. Y por pasajes "cantabiles" que también se escuchan en muchas de sus sonatas para piano.