Mejores polonesas de Chopin
Si tuviera que elegir las mejores Polonesas de Chopin, o recomendar a una persona que se inicia en la música clásica, la selección de Ashkenazy de aquí arriba puede valer perfectamente. Y sin el riesgo ya mencionado de caer en la rutina o aburrimiento.
Polonesas Op. 26, números 1 y 2
Estas piezas fueron escritas en 1834-1835 y dedicadas al influyente músico austríaco Joseph Dessauer (1798-1876), amigo personal de Chopin y George Sand así como de tantos otros músicos en la Viena de su época (Rossini, Schubert, Berlioz, Mendelssohn y Liszt).
Ambas fueron publicadas en 1836 en Paris por Schlesinger y en Leipzig por Breitkopf und Härtel.
La polonesa en Do sostenido menor Op. 26 nº 1 (Allegro appassionato) es muy impactante desde sus primeros compases. Tiene una duración de unos siete minutos.
Tras el tema inicial, que se repite dos veces, siguen compases más libres del piano que también se repiten, para dar con una parte central (minuto 2,40 aprox) realmente bella por lírica, que recuerda a las baladas del maestro polaco). Luego de repetir el tema central varias veces se vuelve al tema inicial de forma brillante para cerrar la pieza con marcialidad.
Por su parte, la polonesa en Mi bemol menor, Op. 26 nº 2 (Maestoso) tiene un comienzo lento que se va precipitando entre cascadas de notas. Al igual que su predecesora, el tema inicial se repite varias veces para dar paso a un tema más difuso y vuelta, de nuevo al tema inicial.
Es una obra más compleja y difícil de entender para el oído no acostumbrado por sus cambios drásticos de tempo y el recurso continuo al crescendo y al riteniendo.
Polonesas Op. 40, 1 y 2
Las Op. 40 1 y 2 son polonesas compuestas en octubre de 1838 (la primera) y entre 1838 y 1839 la segunda.
La polonesa en La mayor, Op. 40.1 (Allegro con brio), conocida como Polonesa militar, dura unos 5 minutos según el intérprete. Se dedicó al polaco Jules Ignace Fontana (1810-1869), amigo y albacea musical de Chopin.
Es una de las mejores polonesas por su paso marcial (de ahí el apodo de "militar") y lo pegadiza que es. El tema de apertura se escucha dos veces, seguido de un segundo tema con la misma cadencia marcial. A continuación, sobre el minuto 3 sigue un tema muy pegadizo que se repite varias veces.
Esta polonesa recuerda a las Tres marchas militares de Schubert op. 51, D. 733 para piano a 4 manos.
La polonesa en Do menor, Op. 40.2 (Allegro maestoso), no tiene dedicatario conocido y dura unos 6,40 minutos según el intérprete.
El comienzo es más calmo que en la militar precedente y es más difícil asociarla con el género de la polonesa por sus distintos temas donde se parece olvidar el ritmo característico del género original. Es una polonesa más lánguida y, tal vez, aburrida que su precedente, más animosa y marcial para el espíritu del oyente.
Polonesa Op. 44
La polonesa en Fa sostenido menor, Op. 44, Polonesa Trágica, fue compuesta en 184o, publicada en París en 1841 y dedicada a la Princesa Charles de Beauveau (de soltera Ludmila Komar).
Es una de las mejores del género por su riqueza musical, por su duración titánica de casi diez minutos y por su innovación poco ortodoxa sobre el género original. Pero también es difícil de entender en su plenitud para quien se inicie en la música clásica.
En su tema central se produce un sorprendente salto del género polonés a la mazurka (tempo di mazurka). Listz comenta al respecto que "... en las páginas de los mayores compositores no hemos visto nada análogo a la impresión producida por este pasaje, interrumpido bruscamente por una escena campestre, por una mazurca de un estilo idílico, que tiene la fragancia de la menta y del orégano".
Polonesa Op. 53
La polonesa en La bemol mayor, Op. 53, Polonesa Heróica (Maestoso) fue compuesta en 1842 y dedicada al potentado banquero August Léo (1793-1859). amigo y protector de varios músicos de la época, incluido Frédéric Chopin.
Es una de las polonesas más populares y espectaculares. De las más interpretadas en el repertorio internacional.
Una de las hijas de Auguste, Sophie Léo escribió en sus memorias sobre el músico tras una de sus frecuentes visitas al salón familiar en la rue de la Chaussée d’Antin:
“Quien no conoció a Chopin nunca podrá imaginar un ser similar, ni el entusiasmo al que puede elevarse el alma incluso antes de ser liberada de su coraza terrenal. Quien no haya escuchado sus composiciones interpretadas por él mismo nunca tendrá idea de cómo la inspiración más pura puede ser llevada en alas del genio, sin importar el uso, el elogio o la censura. Él era simplemente él, ciertamente el primero, probablemente para siempre el único de su especie.” (Wikipedia).
Polonesa Op. 61
La polonesa en La bemol mayor, Op. 61, Polonesa-Fantasia (Allegro maestoso) se escribió en 1845-1846. Está dedicada a Mme. A. Veyret
Se trata de una pieza extraña al género de la polonesa (al menos al que nos tenía acostumbrado el propio Frédéric), con un desarrollo totalmente distinto y una complejidad armónica intrincada.
Pero no hay que olvidar que, como toda Fantasia, es una interpretación totalmente libre por parte del autor, aunque siempre sujeta a un poco de orden.