De la escasa producción musical para clarinete, el Quinteto para clarinete de Brahms Op.115 es una obra maestra. Se trata de una de las mejores piezas de música de cámara para clarinete escritas en la historia de la música clásica.
Brahms lo compuso tras una audición privada con el célebre clarinetista alemán, Richard Mühlfeld en la ciudad de Meiningen. El protagonista de la obra es el clarinete, que resalta del cuarteto de cuerdas con muchísima personalidad y aporta su especial sonoridad al sonido tradicional del cuarteto de cuerdas (dos violines, una viola y un violonchelo).
En este post te cuento el contexto en que se compuso esta obra singular, fácil al oído, aunque compleja para quien se inicie en el mundo de la música clásica.
Contexto: cuándo se compuso
Johannes Brahms (1833-1897) compuso su Quinteto para clarinete en Si menor en el verano de 1891, seis años antes de su muerte, cuando rozaba la sesentena. Es, por tanto, una muy bien elaborada obra, de madurez.
El Quinteto se compuso un verano antes de sus sencillas pero enormes Fantasías Op. 116 (verano de 1892) y se editó por primera vez en Berlín por Nikolaus N. Simrock en 1892.
Dedicado a Richard Mühlfeld
El Quinteto para clarinete de Brahms está dedicado al clarinetista alemán Richard Mühlfeld (1856-1907), amigo personal, cuya ejecución al instrumento Brahms admiraba.
En diciembre de 1890, un maduro Brahms tenía pensado despedirse definitivamente de la composición con su Quinteto para cuerdas en Sol mayor, Op. 111 y una revisión de su Trío de piano Op. 8 (1854). Así se lo notificó a su editor Simrock en una carta que acompañaba a las partituras.
Pero el descubrimiento de Mühlfeld, con su arte al frente del clarinete, cambió sus planes.
En marzo de 1891 Brahms fue invitado por Fritz Steinbach (1855–1916), sucesor de Hans von Bülow (1830-1894) al frente de la Orquesta de la corte de Meiningen, a una audición privada del prestigioso clarinetista de 35 años en Meiningen (ciudad en el sur del Lander de Turingia).
Johannes quedó tan impresionado con la sonoridad y el timbre del clarinete de Mühlfeld que ese mismo verano compuso en su residencia de verano de Bad Ischlsu, el Trío para clarinete, violonchelo y piano en La menor, Op. 114 (1891) y el propio Quinteto Op. 115 para el clarinetista.
Richard Mühlfeld (Salzungen, Alemania, 1856) estudió con Büchner en Meiningen y en 1873 se unió a la Orquesta de la Corte de Meiningen como violinista, convirtiéndose en su primer clarinetista en 1876.
Primera audición
El Quinteto Op. 115 se escuchó por primera vez en una audición privada en Meiningen el 24 de noviembre de 1891, en el Tribunal de Meiningen. Y con dos intérpretes de excepción: el famoso violinista Joseph Joachim (1831-1907) a quien Brahms dedicó su Concierto para violín en Re mayor Op. 77 y con Mühlfeld al clarinete.
Posteriormente, el 12 de diciembre de 1891 se escuchó en una sesión abierta al público en el Saal der Singakademie de Berlín. De nuevo, con Mühlfeld y el cuarteto de cuerda de Joachim. Aquella tarde, fue tal la acogida que se hubo de repetir, en un bis aclamado por los oyentes, el segundo movimiento.
El Quinteto para clarinete fue un éxito y recibió una gran acogida popular. Tanto es así que se hicieron 50 actuaciones en sus dos primeras temporadas. por toda Europa, incluyendo Londres y Viena.
En el verano de 1894, Brahms compondría sus Sonatas para clarinete n.º 1 y n.º 2, Op. 120, también dedicadas a Mühlfeld. Era tal su amistad y reconocimiento por el clarinetista que el de Hamburgo le donó los derechos de interpretación de por vida y los manuscritos de ambas sonatas.
El Quinteto es "una perla entre sus obras de cámara" y "una obra de retrospección, una despedida. Escenas del pasado, glorias y penas, anhelos y esperanza, se muestran ante el maestro, que las expresa una vez más con tonos delicadamente contenidos y melancólicos" (Karl Geiringer, musicólogo y mejor biógrafo de Brahms).
No dejes de escuchar y ver, a continuación, la genial grabación con partitura del Quinteto por Karl Leister y el cuarteto Amadeus de 1967.