La Sinfonía nº 3 de Beethoven
La Sinfonía en Mi bemol mayor, op. 55, Eroica se considera revolucionaria por su estructura alejada de la tradicional organización de la sinfonía clásica.
Si esta se desarrollaba a lo largo de 3 ó 4 movimientos (allegro, lento, scherzo, finale presto o allegro), siguiendo la forma sonata, la Eroica rompe con esta organización formal como conjunto y en los compases de cada uno de sus cuatro movimientos.
Y también es diferente por la extremada duración de tres de sus movimientos, que hacen de la ejecución (también de la audición) un ejercicio de resistencia, recompensado cuando ya se pueden reconocer sus mejores pasajes y se puede uno anticipar al siguiente movimiento de memoria.
Ludwig incluyó una leyenda en la partitura en la que reconocía que la partitura era bastante más extensa que la habituales de la época. Y aprovechaba para pedir ejecutar la obra al principio, no al final, de cualquier velada musical pública porque temía que, de hacerlo al final, los asistentes estarían cansados y no sabrían aprehender el pretendido efecto del compositor con su op. 55.
Para Beethoven mismo fue todo un reto tras la publicación de su segunda sinfonía poco antes. En palabras a un amigo declaraba no estar contento con su producción musical hasta ese momento. Voy a tomar una nueva dirección en mi próxima obra orquestal sinfónica.
Y vaya que la tomó, por la senda emocional. No en vano, esta sinfonía es considerada para muchos como uno de los primeros ramalazos de lo vendría a ser el romanticismo musical.
Estructura de la Eroica
Duración
Estos son sus movimientos con las duraciones entre paréntesis para la grabación de George Szell con la Cleveland Orchestra (Sony Classical) de finales de los 1950s.
- Allegro con brio (14,45 min)
- Marcia funebre, Adagio assai (15,34 min)
- Scherzo. Allegro vivace - Trio (5,33 min)
- Finale. Allegro molto, poco Andante (11,27 min).
Esto hace un total de unos 47 minutos, algo titánico para los acostumbrados oídos de los compositores clásicos de sinfonías (Haydn o Mozart) con una duración sobre los 20 a 25 minutos.
Pero hay grabaciones como la de Carlo Maria Giulini con la Orquesta de Los Ángeles que ascienden a casi 58 min, por lo pausado de sus movimientos primero y segundo, mayormente.
Primer movimiento
El primer movimiento de la sinfonía está escrito en la forma sonata, que combina la exposición del tema principal, su desarrollo, la reexposición inicial y la coda. La novedad de esta composición inicial es la gran variedad de temas de la exposición.
A mi modo de ver es la mejor forma que tiene Beethoven de presentar sus intenciones "heroicas". Es un movimiento magnífico por su extensión (691 compases) y su calidad musical desconocida antes, por lo que requiere de paciencia y de repetición para poder entenderlo en su total magnitud.
Ya desde los primeros compases se anuncia la que va a ser una gran pieza, con mucha fuerza y tensión (Allegro con brio) alternando partes más tranquilas que a veces recuerdan a la Sexta sinfonía.
Todo en esta pieza recuerda a la tribulación en un campo de batalla donde se alternan momentos de euforia con abatimiento por los compañeros perdidos en la refriega. En algunos pasajes los vientos tocan a rebato para llamar a recogimiento y reagrupación de las tropas en liza, dando pie a un nuevo enfrentamiento con fuerza renovada.
Y así hasta la repetición del tema original de apertura.
Segundo movimiento
Este segundo movimiento, Marcia funebre, Adagio assai, es una marcha fúnebre de dimensiones épicas por su extraordinaria duración (sobre los 15 minutos) y gran belleza y solemnidad, como requiere cualquier recuerdo a los que no están.
Algunos críticos la atribuyen a las honras fúnebres por el fallecimiento de un General en la Batalla de Alejandría (Canope) contra el cuerpo expedicionario británico de Sir Ralph Abercromby en 1801.
El efecto conseguido por la tonalidad Do menor del tema te transporta al alto el fuego y la retirada de heridos y fallecidos en el campo de batalla para su honra. Al final de su sepelio se abre un nuevo espacio a la esperanza gracias al cambio de la melodía a la tonalidad mayor.
Como anécdota, Daniel Barenboim dedicó este movimiento en homenaje al gran Claudio Abbado en un vacío Teatro alla Scala de Milán en enero de 2004.
Tercer movimiento
El tercer movimiento, Scherzo. Allegro vivace - Trio, es una pieza corta, de unos cinco minutos, con una gran tensión (a veces estridencia) en el Scherzo, que da paso a un Trío con aire de pieza de caza, gracias a la certera intervención de las trompas.
Con su aire rápido y vivo, el Scherzo consigue romper la majestuosidad y solemnidad de la marcha fúnebre precedente.
Para Héctor Berlioz este tema representa los ritos y festividades de los antiguos guerreros griegos.
Cuarto movimiento
El tema final de cierre de la Sinfonía nº 3 de Beethoven es un tema con variaciones, largo y vibrante que termina en una fuga. La facilidad de escucha del tema no es óbice para su grandiosidad.
Crítica musical
En el final de la reseña aparecida en el Der Freimüthige el 26 de abril de 1805, se puede leer:
“El público y Herr van Beethoven, que dirigía, no quedaron satisfechos el uno del otro esta noche. Consideraron la sinfonía demasiado pesada y larga. Y al autor, demasiado descortés, porque no inclinó la cabeza para agradecer el aplauso que provenía de una parte de la audiencia.
Beethoven consideró que ese aplauso no era suficiente”.